El nuevo libro que estamos preparando recoge las charlas de Alan Chadwick, un visionario jardinero, sobre horticultura biodinámica e intensiva francesa. El libro no es un manual técnico convencional, sino un testamento espiritual y artístico que une jardinería, poesía, filosofía y teatro.
Chadwick concebía el jardín como una expresión sagrada de la naturaleza y como un camino hacia el autoconocimiento y la comunión con lo divino.
Para él, cultivar era tanto un arte como una disciplina espiritual: el jardín forma al jardinero, revela secretos de la vida y ofrece un retorno simbólico al Edén.
Entre técnicas, relatos míticos y exhortaciones, transmite la idea de que la verdadera fertilidad nace de la unión entre naturaleza, cosmos y espíritu humano.
Sus conferencias invitan a contemplar la jardinería no solo como producción de alimento, sino como la construcción de un futuro en armonía con la tierra y el universo.
El jardín es todos los secretos, el milagro entero del jardín está hecho de secretos, y se me ha concedido la oportunidad de exponer a otros a esta cosa increíble que, en sí misma, es la maestra. Es, ¿saben? —aunque muchos lo encuentren divertido— el jardín quien hace al jardinero.
Alan