De vez en cuando, al leer las Obras Completas de Rudolf Steiner, uno se encuentra con un conjunto previamente desconocido de conferencias que parece prometer nada más que un contenido bastante especializado, de interés principalmente para aquellos preocupados con su tema aparente; aquí un curso preparatorio para aquellos que están a punto de embarcarse en un recorrido por hablar para promover los "tres" de la sociedad. Pero luego uno descubre varios subtemas que inesperadamente provocan nuevas ideas no solo en la antroposofía, sino también en Rudolf Steiner, que de repente se para frente a uno bajo una nueva luz. En tales casos, podemos encontrar un pasaje o una conferencia que ilumina, desafía y, en última instancia, transforma lo que creemos que sabemos; nuestra perspectiva cambia.

 

Nuestra comprensión habitual desaparece, y entendemos que lo que estamos leyendo no es información o descripción, es una llamada a actuar de manera diferente.

 

Por lo tanto, ya no nos convertimos simplemente en lectores, sino en participantes en la aventura de la antroposofía.

 

Aquí hay dos conferencias dadas en Stuttgart, enero de 1921, a petición de, y a algunos antropósofistas de Breslau en la Alta Silesia, que habían escrito buscando orientación en un último intento de interponer ideas triples en las discusiones políticas en torno al próximo referéndum para determinar si la Alta Silesia seguiría siendo parte de Alemania o volvería a Polonia. Se dieron diez conferencias más o menos un mes después, y de manera similar tuvieron como objetivo preparar a los oradores para viajar por Alemania para promover la idea de la trimembración. Sabiendo que la suya no era una tarea fácil, que lo que intentarían era arriesgado, incluso peligroso, Steiner pinta el "panorama general" -o el "terreno profundo"- contra y fuera del cual se les llama para presentar su caso.

 

Al leer estas conferencias, pronto nos damos cuenta de que todo lo que Steiner indice, y cómo lo hace, se aplica a un campo mucho más grande que el que está abordando explícitamente. Los participantes, que saldrán a hablar, lo harán como representantes de la antroposofía; cuando hablan de trespliegues, será simplemente una manifestación de lo que es la antroposofía viva. Como tal, ellos mismos deben convertirse en manifestaciones vivas de la antroposofía. Desde este punto de vista, este curso también podría llamarse "Cómo ser un antroposofo".

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