En el manual de Agricultura Devocional, Enzo Nastati habla explícitamente de los plásticos y los invernaderos como obstáculos al flujo vital de la Tierra y el Cosmos:

Explica que una película plástica puede reducir hasta en un 80% el flujo de la Vida (lo que él llama las “Matrices” cósmica y terrenal).
Por eso, considera que túneles, acolchados plásticos o mallas son tecnologías que, aunque prácticas, empobrecen el suelo y la vitalidad de las plantas, favoreciendo enfermedades como los nematodos o la salinización.

¿Qué propone en lugar de plásticos e invernaderos?

Preparados devocionales

Desarrolla preparados específicos (ofrecidos sin costo alguno), como el RD 215, que ayudan a restablecer el flujo vital bloqueado por las películas de plástico. Son como “remedios espirituales” para contrarrestar los efectos de estas tecnologías.
En general, sugiere descontaminar y vitalizar los suelos y aguas (ej. con RD 100, RD 170) en lugar de cubrirlos.

Fortalecer la vitalidad del suelo y la planta

En lugar de proteger artificialmente a la planta, busca hacerla más fuerte y resiliente mediante tratamientos de semillas, preparados biodinámicos/devocionales y prácticas que aumenten el humus. Así, la planta puede resistir plagas, sequías y cambios climáticos sin necesidad de encierros plásticos.

Armonizar con las fuerzas cósmicas y terrestres

En vez de crear microclimas cerrados con invernaderos, propone abrir el cultivo al diálogo con el Cosmos, favoreciendo la entrada de fuerzas planetarias, lunares y solares.
Esto se logra mediante prácticas rítmicas (siembra según ciclos cósmicos, preparados relacionados con solsticios y festividades cristianas).

Nastati no da una alternativa “técnica” al estilo de “usa vidrio en vez de plástico” o “usa malla biodegradable”.
Lo que plantea es otro paradigma:
No aislar al cultivo, sino fortalecerlo.
No cubrir la vida, sino restablecer el flujo vital con preparados y conciencia devocional.
Si no queda otra que usar plásticos, aplicar RD 215 regularmente para compensar el daño sutil.